martes, 9 de septiembre de 2014

En busca del Goshiwon para vivir en Suyu

Eso es lo que pasa cuando no planeas nada. Llegué a Seoul y no tenía donde quedarme, ya que reservar un sitio donde dormir desde España era algo erróneo, sobre todo por no saber en qué condiciones está sin visitarlo, de hecho menos mal que no lo hice, ya que cuando empezamos a buscar goshiwones (habitaciones muy pequeñas con nevera, televisión y si se tiene suerte, ventana que da al exterior) todos estaban en condiciones precarias, los baños rotos y nada más el tufillo que venía antes de subir las escaleras invitaba a no subir...

En algunos el hedor era bastante fuerte como para decidir no vivir allí, por lo que tuvimos que movernos a una zona menos puerca como Suyu.

En Suyu todo el mundo nos decía que no aceptaban hombres, vamos que no querían dejarme pasar por ser extranjero, pero finalmente después de patearnos bastantes sitios y salir por la misma puerta, encontramos uno donde una mujer muy simpática me ofreció estancia en un goshiwon muy pequeño pero acogedor, rápidamente pagué con la tarjeta de Evo, firmé un papelito y en ese mismo día ya tenía sitio donde vivir durante los próximos meses.

¡Que sensación más buena cuando ya sabes que tienes donde quedarte y que puedes conocer la zona poco a poco así como las costumbres y la cultura de Seoul!

¿Cómo es un Goshiwon por dentro?

Para verlo lo mejor es que os lo enseñe en fotos, así lo juzgáis por vosotros mismos.

aquí viene la mejor de todas...
cama de niña

Sin duda este Goshiwon estaba para mí, y no lo digo por la última foto, sino porque la señora de la recepción tiene un peluche en plan husky igualito a un peluche que tenía cuando era pequeño y que ponía en la cabecera de la cama...

¿Cómo se vive en un Goshiwon?

Medio bien, no digo bien porque el tamaño de estas mini habitaciones suele ser para gente clip o para los famosos Pin y Pon, de hecho meter una silla dentro de un sitio como este es una proeza.

Lo cierto es que suelen tener cocinas bastante amplias, en mi caso la cocina es una maravilla, es grande, está muy limpia y por si fuera poco la señora hace arroz y lo deja cocido dentro de una máquina, además la nevera es grandísima y dentro de ella nos deja un taper también muy grande con Kimchi (una col china con diferentes condimentos, sobre todo picante y que es muy usada en Korea, de hecho si vienes a Korea y no pruebas el Kimchi es porque no has estado en Korea) y a parte del taper otro con algo que aún no sé lo que es.

La cocina es la gloria y el baño es lo contrario, huele a meado del bueno, al que sólo gente con enfermedad de riñones puede soltar... una acumulación de olor a orina bastante desagradable pero que se pasa cuando te metes en la ducha y descubres que no hay agua caliente, en ese momento el olor desaparece y todo tu sistema se empieza a centrar en que no caiga ni una gota de ese agua fría sobre el cuerpo...

Al final uno se arma de valor y no le queda otra, además aunque no os lo creáis es una gozada bañarte con agua fría con la calor que hace ahora mismo.

Y hablando de calor...

La calor en el Goshiwon

Debido a tanta calor se me ocurrió de preguntarle a la señora que si me activaba el aire acondicionado, fui para hablar con ella pero no estaba, en lugar de ella había un señor y a duras penas con señas tontas conseguí que me entendiera, el señor ni corto ni perezoso me señaló en el pasillo diciéndome que ya había aire acondicionado, pero claro, en el pasillo me da igual que haya, si no hay dentro de las habitaciones estamos apañaos... De nuevo a duras penas le dije que pasaba mucha calor y que por favor me dijera donde estaba para activar el aire, a lo que el señor desapareció y me enseñó como activarlo, de hecho cualquiera de vosotros podría activarlo porque el tío apareció con un ventilador pocho (el que se puede ver en la fotografía superior) y por si fuera poco lo puso en el 1, es decir, a la menor potencia para que los demás vecinos no se quejen.

Total que ahora estoy pasando una calor de muerte pero muy contento en el goshiwon y con el ventilador que lo que hace es remover el aire caliente que hay...

En realidad hace tanto calor porque la nevera desprende lo suyo, si a eso le sumamos el portátil que con el facetime se pone calentorro y por si fuera poco la ventana antisuicidas... imaginate la calor que se puede llegar a pasar...

¿Ventana antisuicidas?

Asi es, ni más ni menos que 3 ventanas en 1

1 Ventana normal, la abres y te encuentras la segunda

2 La segunda es una mosquitera, pero lo bueno viene ahora, la tercera.

3 La última de todas y a la que yo llamo ventana antisuicidas, una ventana que no se puede abrir, que está como encallada o peor aún, unida al otro "wachiwon" y que o una de dos, cuando llegue un día y la pueda abrir le cerraré al del otro lado su ventana, o es que es lo que me temo, todos en el edificio la tenemos sellada para que no se nos ocurran las típicas tonterías de nada como suele ser suicidarnos.

Todo ello hace que el goshiwon sea una magnífica sauna y más en estos tiempos.

El silencio

En realidad no sé si hablar dará calor, seguramente el aliento de uno puede resultar en 1 o más grados de calor añadidos, sin embargo no importa, porque este Goshiwon es el sitio más silencioso en el que he estado...

De hecho muchas veces me pregunto:

¿Los demás Estarán muertos y estaré sólo yo aquí?

pero luego me doy cuenta que no, que están muy vivos pero en silencio, no se escucha ni una sola risa, si a caso la televisión del de al lado y puesta de una forma muy bajita, y es que para bien o para mal en Suyu la gente son muy respetuosas y sobre todo si das con un goshiwon como el mío, te darás cuenta que hay mucho respeto entre ellos.

Una de las respuestas que escuché de la señora al entrar por primera vez al goshiwon fue:

Si llamas o te llama alguien, sal fuera a hablar con el teléfono, no dentro.

Ahora lo comprendo, porque aquí no habla ni un alma desde su habitación... es más, para comunicarme con la familia estoy saliendo a la terraza (que por cierto es una terraza muy grande con vistas chulas y varias máquinas para hacer ejercicio) de noche (por la diferencia horaria), con un frío que pela y pillo alguna red wifi.

Quitando todas esas cosillas sin interés, cada vez que llego de fuera y me meto en el Goshiwon me siento como en casa, una casa humilde y calentorra pero al fin y al cabo, una casa acogedora.



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